Después de lo que fue el desafío de Proyecto 365 que abarcó todo el 2017, este año que comienza la idea surgió de ver ahí, como si nada, como si estaría esperando que alguien se acuerde de él, un viejo sillón donde se aprecia claramente el paso de los años.
El sillón es pequeño pero cómodo; es para una sola persona, y creo que ese estado gastado va a saber acompañar a cada uno que se siente en él para ser retratado a su forma. Creo que muchos, van a estar tan -o más- gastados que el sillón, pero eso quedará a la libre interpretación de cada uno.
Sin artilugios, ni super producciones, ni nada. Solo la cámara fotográfica, el sillón, un flash, el retratado (y Yo por supuesto!), van a ser parte de este Proyecto bastante intimista (a mi modo de verlo) donde veremos que lectura podemos hacer a través de sus miradas que seguramente nos contarán una infinidad de historias de vida.
Allá vamos, y si querés pasar por ese pequeño y cómodo sillón, entonces ahí nos veremos ;)
Adrián.-