Virginia me venía contando hace muchos meses de una obra a la que fue convocada como asistente coreográfica y era una obra difícil de explicar, pero era algo fuera de lo común dentro de la escena local; y que requería de una sincronización perfecta entre los performers y las proyecciones que había delante de ellos.
Me ofrecieron hacer las fotos en esa obra, y por otro lado me decían que era imposible trabajar bien para hacer fotos ya que prácticamente no había luz.
Finalmente, después de varios meses fui con mi equipo preparado. Me ofrecieron ver una pasada para saber de que se trataba y como era su dinámica, pero no es ese mi estilo de trabajar; preparo la cámara y el lente para trabajar en unas condiciones que ya sabía que eran muy desfavorables por la gran ausencia de la luz, y con el ojo en el visor de la cámara, empecé a transitar la obra. Dejándome llevar por el instinto, pasé muchos instantes sin respirar, viviendo un estado de alerta total. Nada de ráfagas. La tensión era la necesaria para ejecutar un único disparo, en esa fracción de segundo justo y con los parámetros de trabajo de la cámara al límite para obtener un material decente.
La tensión y la energía desbordante desde el escenario fueron totales. Me sentía un francotirador ubicado en una posición inmejorable. Y al finalizar esa primera pasada, revisando la cámara, me encontré con un material hermoso.
Para la segunda pasada, ya no miraba la obra a través del visor de la cámara, sino que me permití observar la escena completa. Ahí fue cuando entré en la obra y esta vez, ella fue la que tuvo el lugar del francotirador, y yo, solo en la sala, fui su único y mejor blanco. Y me entraron todas las balas. Y me resultó difícil responder a esos disparos, esta vez desde mi cámara.
Gracias a Ernesto Pombo, por semejante creación; a David Señoran por poner parte de su compañía a disposición de la obra; a Virginia Rossi por la impecable asistencia coreográfica; a Lautaro, Luis, Sara y Martina por poner el cuerpo a esta experiencia multimedial. Y básicamente a todos por confiar en mi mirada.
Los pasajes de la obra a través de instantes de la vida nos llevan a un sinfín de lugares que nos tocan de cerca y nos hacen pensar. Todo esto, mientras nuestro cerebro, a través de nuestros ojos y oídos no dejan de recibir información y mantener la tensión desde el minuto cero.
Y así fue como, una obra que narra fundamentalmente sobre la muerte (una muerte), irónicamente, Play, estaba salvando la mía.
Ficha técnica/artística
Idea: Ernesto Pombo Dramaturgia: Ernesto Pombo Performers: Lautaro Cianci, Luis Garbossa, Sara Mabbi De Petre, Martina Malano Voz en Off: Sol Hanine Vestuario: Laura Sol Torrecilla Diseño de luces: Ernesto Pombo Video: Ernesto Pombo Música original: Ernesto Pombo Fotografía: Adrian Arellano Asesoramiento de iluminación: Fernando Chacoma Asistencia De Producción: Anasofía Huerta Flores, Kenny Martínez Asistencia Coreográfica: Virginia Rossi Prensa: Simkin & Franco Coreografía: David Señoran Dirección: Ernesto Pombo, David Señoran
Funciones: Sábados 23:30hs.
TEATRO HASTA TRILCE Maza 177 Capital Federal – Buenos Aires – Argentina Teléfonos: 4862-1758